Powered By Blogger

sábado, 2 de marzo de 2013

Capítulo 10: De un momento a otro



De un momento a otro de la frase noté que mis labios 
pesaban al hablar y al abrir los parpados terminaba susurrando
 amo, la verdad es que me quede sorprendida por el panorama
 que había, un montón de gente, toda me rodeaba y me 
miraban extrañados, parecía que me habían salvado la última,
 me fije en Anthony, le miré me miró con odio en sus ojos,
 puede ser que pensara que le quería quitar a su protegida.
Alguien me tenía en brazos, Gabriel, ¿Coincidencia o destino?
 ¿El destino me decía que amaba a Gabriel o había sido 
una simple coincidencia?
-Gabriel-me fije un poco más en la multitud de 
gente-¿Dónde está Ádam?-pregunté.
-No ha querido venir-respondió.
Me levanté bruscamente, estaba un poco mareada pero 
quería ver a Ádam, creía que después de todo le importaba,
 al menos un poco, salí a trompicones de entre la multitud,
 antes de salir alguien me cogió fuertemente de la mano.
-No vayas no vale la pena-dijo Gabriel decidido.
-Gabriel, suéltame, tengo que ir-contesté deshaciéndome de 
su mano.
Sus brazos fueron más fuertes y rápidos que yo y me 
acorralaron, la gente se estaba yendo y nadie nos prestaba
 atención, con un brazo me cogió de la cintura y con una de
 sus tersas manos me acarició un mejilla, a lo que yo me
 ruboricé, sonrió y se acercó más a mí.
-Kiara-susurró para que quedara entre los dos-no vale
 la pena, quédate aquí-.
Me hubiera encantado pero ahora quería averiguar
 tantas cosas, quería aclarar mis sentimientos de una vez 
por todas, me deslice de sus brazos y salí corriendo, fuera llovía,
 llovía con  fuerza, los rayos y truenos resonaban y tenía miedo, 
los rayos siempre me habían dado bastante miedo pero 
aunque chorreara agua por el camisón que llevaba puesto, 
quería saber porque, quería saber si le importaba y quería 
saber si le amaba.
Me dolían las piernas del frío y el cansancio, llegué hasta 
la costa, no estaba lejos estaba al salir del mercado cruzando un pequeño bosque. Correr sobre la arena era realmente cansado 
en un momento dado me caí al suelo y me hice un rasguño,
me levanté y me volví a caer, y así sucesivamente, ya 
no podía más, tenía un montón de rasguños y alguna 
que otra herida, me tiré en la arena bocarriba, la lluvia caía
 sobre mí, estoy segura de que cogería una pulmonía,
 miré hacía un lado, una silueta borrosa se distinguía “Ádam”
 pensé rápidamente, me dolían realmente las piernas, y 
los brazos y avanzaba a trompicones, me había costado 
levantarme, avanzaba lentamente y cada vez me parecía que
 estaba más lejos de llegar a mi objetivo, la arena hacía 
que me escocieran las heridas, el camisón blanco se hubiera
 quedado realmente transparente si no fuera por la segunda 
pieza que se ponía debajo para abrigar y la lluvia, 
la lluvia me mojaba, hacía que cada paso que daba me 
costara más, hacía que la ropa pesara tanto que no me 
apeteciera caminar y hacía que se me helara la piel, que 
mis labios se tiñeran de morado y mi mirada estuviera 
más vacía que nunca, de no ser por el amor que sentía 
por Ádam pensaría que me quería morir.
Estaba a cinco centímetros de él, aunque seguía inmerso en sus pensamientos, estaba a punto de morirme ahí mismo.
-Ádam-tenía la voz más desgastada por lo tanto más ronca que de costumbre.
Se giró y se limitó a mirarme.
-Ya has vuelto-dijo fríamente.
-¿Por Qué no has venido?-pregunté.
-Porque Gabriel ya iba, me dijo que…-Me miró de arriba 
a abajo y su expresión de distancia se intercambió por una de preocupación- ¿Qué te ha pasado Kiara?-preguntó- ven-.
Me cogió de la mano y me sentó a la orilla del mar.
-El agua de mar es buena para las heridas-dijo mientras 
me mojaba las piernas más de lo que estaban con agua de 
mar- puede ser que te escueza un poco-era como si me acariciara 
pero en realidad me estaba quitando la arena.
-Gracias, Ádam-dije avergonzada.
-No pasa nada ¿Qué te ha pasado?-.
-Te estaba buscando- respondí buscando su mirada.
Levanto la vista hacía mí y se sentó en el agua de mar, 
yo por mi parte me levante del suelo y me sacudí el camisón, 
estaba empezando a escampar y quería que se me secara.
-¿Qué quieres decir?-preguntó levantándose.
-Quiero decir que salí corriendo a buscarte para saber porque 
no habías venido, para saber si te importaba y todas esas 
cosas-en ningún momento le miré a los ojos, era demasiado 
cobarde para eso.
Me senté en una roca y dejé que el viento me agitara mi pelo azabache.
Ádam se acercó por detrás y me dio un inesperado abrazo, 
por primera vez en mucho tiempo amanecía, se acercó a mi oído.
-¿Sabes?-me susurró-eres la persona que más me importa en este momento-.
Me giré para mirarle a los ojos, él estaba de pie en el suelo
 y yo estaba sentada en la roca,  por lo que mis piernas estaban
 a la altura de su cintura, me miró y sonrió, yo me sonrojé, la 
cara me ardía y no quería mirarle a la cara por nada del mundo, nuestras cabezas estaban a la misma altura, tenía fija la vista 
en el suelo, él en cambio se limitó a sonreír, me cogió del 
mentón para que le mirara a los ojos, me estaba dando cuenta
 de que sus ojos eran un poco verdosos, se acercó lentamente 
a mí, antes de tocar mis labios me dijo.
-Recuerda que en estos momentos eres la persona más 
importante para mí-.
Acortó el aire que había entre nosotros y poso sus labios
 en los míos con la suavidad de una mariposa, 
sentí mil en mi  estómago y un calor repentino 
en las mejillas, realmente nunca había besado a un chico 
pero estaba feliz de que fuera él, nuestras bocas poco a poco
 empezaron a moverse como una suave danza, como el aleteo 
de dos mariposas, me acercó más a él y yo me abracé a su cuello.
Nos separamos por falta de aire y no sabía que decirle,
 creo que ahora la tenía bastante claro.
-Kiara, te quiero, desde la primera vez que me hablaste, 
te quiero-confesó.
Que tenía que decir, me había inventado mil diálogos
 para decirle que no, por el tema de los estudios y de que 
no le conocía, que tenía que irme por extraescolares o 
algo así pero ahora no tenía ninguna restricción, mis padres 
nunca me han dejado tener novio pero ahora me sentía capaz 
de decir que sí pero… ¿Cómo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario